Llevamos semanas viendo en los medios de comunicación como unos “malvados” mineros siembran el pánico realizando cortes de carretera y enfrentándose a las fuerzas del orden para, a continuación, huir al monte. Sin embargo poco se ha hablado de las razones que han llevado a estos mineros ha declarar una huelga indefinida y a tener que salir todos los días a las calles a reivindicar su derecho a poder ir a trabajar para poder mantener a sus familias.
Alrededor de 7000 mineros del carbón de todo el estado corren el riesgo de perder sus trabajos a consecuencia de la decisión del Gobierno de recortar en un 60% (unos 200 millones de euros) las ayudas contempladas en los presupuestos generales del estado para este sector. Estas ayudas, que expiran a finales de este año, además de ayudar directamente al sector del carbón, están orientadas a reflotar la economía de las comarcas afectadas en el caso de que el sector desaparezca. Esta medida no solo supondría que esas 7000 familias se quedarían sin empleo, sino que numerosos negocios asociados indirectamente al sector se verían afectados de alguna manera. Hay que tener en cuenta que la economía de las regiones en las que se encuentran las minas de carbón, gira entorno a ese mineral. De hecho la huelga general que se convocó el pasado 18 de Junio en las cuencas mineras tuvo un seguimiento masivo, dentro y fuera del sector del carbón. ¿Como puede ser que se puedan entregar 100000 millones de euros a los ladrones de guante blanco, y no se puedan aportar 200 millones para que la gente de a pie pueda conservar su trabajo?
Me parece triste que en los medios de comunicación se publiquen todos los días las batallas campales que se están produciendo a consecuencia de este conflicto, y que prácticamente no se haya hablado del problema que existe detrás de esos enfrentamientos.
En mi opinión, va siendo hora de que seamos más solidarios y tengamos un poco de empatía, de que nos pongamos en su lugar y nos imaginemos como reaccionaríamos si nuestra familia estuviese a punto de quedarse sin una fuente de ingresos con la que poder comprar los alimentos de cada día. Así que dejemos de criticar la forma de lucha que han elegido, ya que de otra manera ahora mismo seguramente los mineros estarían en el olvido y nadie sabría lo que está pasando con ese sector.
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