jueves, 18 de septiembre de 2014

Cuba en datos: El Bloqueo



No se puede analizar objetivamente la situación actual de Cuba, sin analizar previamente los más de 50 años que la Isla lleva sometida a uno de los más duros bloqueos económicos que se han dado en la Historia, y los precedentes que llevaron a esa situación.

Antecedentes

Previamente a la revolución, Cuba constituía de facto una suerte de gran casino en la que las fortunas y las mafias norteamericanas blanqueaban su dinero y pasaban sus vacaciones. Nombres como Meyer Lansky, considerado número dos de la mafia estadounidense, o Luigi Trafficante y “Lucky” Luciano, estaban estrechamente ligados al del dictador cubano Fulgencio Batista.

Arthur M. Schlesinger, asesor del Kennedy, recordando una estancia en La Habana declaró:

“Me horrorizó la manera en que esta adorable ciudad de había transformado en un gran casino y prostíbulo para los hombres de negocio norteamericanos”

La mayoría de la economía productiva cubana estaba en manos de empresas  norteamericanas.  Se estima que a finales de los años 50, el capital estadounidense controlaba el 90% de la producción minera de la Isla, el 80% del sector público, el 50% del servicio ferroviario, el 40% de la producción azucarera y alrededor del 25% de los depósitos bancarios.

Esta situación, que se remontaba décadas atrás, ya era valorada por el Gobierno de EEUU como una oportunidad crucial para poder regir los destinos de la isla a través de presiones económicas. El 29 de julio de 1948, cuatro años antes del golpe de estado de Fulgencio Batista, el Departamento de Estado ya hacía referencia a esta posibilidad en un memorándum interno:

“La economía mono-productora depende casi exclusivamente de Estados Unidos. Si manipulamos las tarifas o la cuota azucarera podemos hundir a toda la isla en la pobreza”

Además, desde el primer mandato de Batista como presidente de Cuba entre los años 1940-1944, EEUU contaba con varias bases aéreas y navales en territorio cubano.

Para comprender hasta que punto estaba sometida la economía cubana a los intereses norteaméricanos, no hay más que observar cuales eran las declaraciones de los embajadores estadounidenses y del Departamento de Estado, preocupados por mantener su soberanía económica a pesar de ser conscientes de que Cuba “está bajo el yugo de un dictador sin piedad”.

El 27 de marzo de 1952, el embajador de EEUU en La Habana realizaba estas declaraciones:

“Las declaraciones del general Batista respecto al capital privado fueron excelentes. Fueron muy bien recibidas y yo sabía sin duda posible que el mundo de los negocios formaba parte de los más entusiastas partidarios del nuevo régimen”

Tras el desembarco de la expedición guerrillera de Fidel Castro, el 2 de diciembre de 1956, Arthur Gardner, embajador de EEUU en Cuba, señalaba que Castro era un “gangster” que “iba a apoderarse de las industrias americanas”, por lo que Estados Unidos debía apoyar al gobierno de Fulgencio Batista y “promover la expansión de los intereses económicos estadounidenses”.

Durante el gobierno de Batista, las inversiones estadounidenses en la isla aumentaron de 657 millones de dólares en 1950, a más de 1.000 millones de dólares en 1958. Sin embargo, durante el primer año de su gobierno, el PIB cayó un 11,41%, y no volvió a alcanzar las cifras anteriores hasta seis años después.

La deuda cubana ascendió de 300 millones de dólares en 1952 a 1.300 millones a finales de 1958. La industria azucarera, una de las principales fuentes de ingresos de la economía cubana, pasó de ingresar 623 millones de pesos en 1952 a tan solo 383 millones un año después de la llegada de Batista al poder. Hasta 1957 no se volverían a superar las cifras de ingresos de 1952.

Según un estudio del Consejo Nacional de Economía de EEUU realizado entre 1956 y 1957, el 35% de la población activa cubana estaba en paro. El 90% de la población no contaba con electricidad. Solamente el 11% de los campesinos podía consumir leche, el 4% carne y el 2% huevos. Además el nivel de analfabetismo alcanzaba al 43% de la población y un tercio de la población no podía beneficiarse de los servicios sanitarios.

Sobre la situación social y económica de cuba durante la década de los 50, John F. Kennedy declaró:

“No hay un país en el mundo (…) donde la colonización económica, la humillación y la explotación fueron peores que las que hubo en Cuba, debido a la política de mi país, durante el régimen de Batista”

Más tarde la administración Kennedy sería una de las grandes responsables de endurecer el bloqueo económico contra Cuba.

Se calcula que durante los 7 años de gobierno de Batista, la dictadura asesino a alrededor de 20.000 cubanos. Una represión que no pudo evitar que el 1 de enero de 1959 los barbudos del Movimiento 26 de Julio entrasen en La Habana, proclamando el triunfo de la revolución.

Triunfo revolucionario y primeros ataques


Tras la derrota de Batista, la maquinaria revolucionaria se pone en marcha. Pese a estar fuertemente influenciado por Ernesto “Che” Guevara y Raul Castro, ambos profundos comunistas, en un principio Fidel Castro, que provenía del Partido Ortodoxo de Cuba, de ideología nacionalista, intenta un acercamiento a los EEUU, a donde realiza una histórica visita entre el 15 y el 27 de abril de 1947.

No es hasta 1961 cuando Fidel Castro proclama la revolución cubana como una revolución socialista. Y hay que esperar hasta diciembre de ese mismo año hasta que Fidel se declara orgullosamente Marxista-Leninista.

Allí intenta entrevistarse con el vicepresidente Nixon que declina su oferta argumentando que tenía que asistir a un campeonato de golf. No obstante Castro realiza diversos homenajes y se reúne con diversas personalidades como el Secretario de las Naciones Unidas.

Fidel Castro, fiel a sus convicciones y a su palabra, firma el 17 de mayo de 1959 la ley de reforma agraria y comienza a realizar una serie de expropiaciones con el fin de recuperar Cuba para los cubanos en un país en el que la gran mayoría de las tierras y los recursos económicos estaban en manos de una minoría terrateniente y empresas extranjeras.

El gobierno revolucionario ofrece indemnizaciones por las expropiaciones pero EEUU en una actitud hostil y victimista las rechaza.

Sin romper relaciones con los EEUU, Cuba comienza entonces a buscar otros mercados y establece relaciones con la Unión Soviética, con quien firma un acuerdo para la venta de azúcar y la compra de petróleo. Las empresas petroleras norteamericanas que operaban en la isla se niegan a procesar petróleo soviético en un claro chantaje al pueblo cubano y ante esta situación, el 29 de junio de 1960 son expropiadas las refinerías de las empresas estadounidenses Texas Oil Company, Shell y Esso.

Comienza entonces una escalada de ataques económicos y terroristas por parte del gobierno estadounidense, con la rebaja de la cuota azucarera en 700.000 toneladas. Medida que fue respondida por el gobierno cubano con la expropiación de más empresas norteamericanas dedicadas a el azúcar y a la telefonía. Esta escalada sigue hasta que finalmente Eisenhower prohíbe las exportaciones a la Isla, exceptuando algunos medicamentos y reduce la cuota azucarera a cero, en lo que supone el primer paso hacia un bloqueo total que culminaría con el gobierno de Kennedy.  El 15 de diciembre de 1960, EEUU rompe relaciones con la isla.

Ya el 4 de marzo de 1960, el carguero La Coubre había sufrido un atentado con explosivos en el que habían muerto 101 personas y más de 200 habían resultado heridas, y el 17 de Marzo, Eisenhower había ordenado la preparación de una fuerza expedicionaria militar con el fin de ejecutar una eventual invasión a Cuba.

Como dato curioso y significativo, cabe recordar que Fulgencio Batista ya había mantenido relaciones económicas con la Unión Soviética en 1957 con la venta de 200.000 toneladas de azúcar. Sin embargo en aquella ocasión el Departamento de Estado de EEUUU no se preocupo en absoluto por estas relaciones.

A comienzos de 1961, Jhon F.Kennedy llega a la presidencia de EEUU y decide continuar con la política belicista de su antecesor. El 15 de abril de ese mismo año, aviones norteamericanos con insignias cubanas y pilotados por exmilitares del gobierno de Batista, bombardean varios puntos de la Isla.

Al día siguiente Fidel Castro pronuncia un histórico discurso en el que califica por primera vez a la revolución cubana como una revolución socialista:

“No pueden perdonarnos que estemos aquí en sus narices y que hayamos hecho una Revolución Socialista en las propias narices de EEUU”

Dos días más tarde del primer ataque, el 17 de abril, una fuerza de 1500 cubanos partidiarios del antiguo dictador Fulgencio Batista, exiliados en Miami desde el triunfo de la revolución y entrenados por la CIA, desembarcan en Playa Girón en un intento de invadir la Isla. La invasión fracasa estrepitosamente tras la rápida respuesta del ejército y las milicias revolucionarias comandadas por el propio Fidel Castro en la primera línea de batalla.

Más de 1.000 invasores son hechos prisioneros e intercambiados con EEUU a cambio de toneladas de alimentos y medicinas, en los que supuso una importantísima victoria militar y moral para la revolución.

Tras la derrota, Kennedy pone en marcha la conocida como Operación Mangosta con el fin de apoyar actos terroristas y subversivos en la Isla y perseguir el asesinato de Castro. Hablaremos sobre la Operación Mangostamás detenidamente en futuros artículos.

Finalmente, a comienzos de 1962, Kennedy amplia el embargo a la isla y firma el decreto del bloqueo económico total a Cuba.

El bloqueo


Estrictamente el bloqueo implica que Cuba no puede importar ni exportar nada procedente de EEUU. Sin embargo, tras el desmoronamiento de la Unión Soviética, el gobierno norteamericano aprieta más a la economía de la isla. Desde la aprobación en 1992, bajo la administración de Bush padre, de la Ley Torricelli, EEUU aplicó un carácter extraterritorial a su embargo contra Cuba, lo que implica que cualquier país o empresa que realice negocios con la isla, pertenezca al país que pertenezca puede ser sancionada por Estados Unidos.

Cabe señalar que el hecho de establecer unilateralmente una ley con carácter extraterritorial es completamente contraria a la legislación internacional y por lo tanto es ilegal. Además, en 1996, el congreso estadounidense le otorga a esta ley un carácter retroactivo con el fin de poder aplicarla sobre hechos ocurridos antes de la entrada en vigor de dicha legislación. Sobra destacar que esta medida también es contraria al derecho internacional.

De este modo, si un barco extranjero atraca en un puerto cubano, automáticamente EEUU le prohíbe la entrada a sus puertos durante seis meses. Una medida demoledora para la economía de un país que se ve obligado a comerciar principalmente por mar debido a sus condiciones geográficas.

Asimismo si un país otorga ayuda o comercia con Cuba por un valor monetario (X), EEUU disminuye en la misma proporción su ayuda a ese país. Como vemos esto supone un chantaje en toda regla para cualquier nación que quiera comerciar con la isla caribeña.

Algo similar ocurre con las empresas privadas. Así, si un fabricante de coches europeo o de cualquier otro país, quiere vender sus coches en EEUU, tiene que demostrar primero que sus coches no contienen níquel cubano. Lo mismo ocurre con otros sectores como el alimentario, que si quieren entrar en el mercado norteamericano tienen que demostrar que sus productos no contienen azúcar procedente de Cuba.

Además, también gracias a esa ley, si un inversionista se instala en alguna propiedad cubana perteneciente a propietarios privados tanto cubanos como estadounidenses en el momento que fueron expropiadas (hace 50 años) ese inversionista es sancionado. Esta ley es muy eficaz, ya que como hemos señalado al comienzo, antes de la revolución, prácticamente todo el territorio cubano se encontraba en manos de inversionistas privados.

En el campo médico, Cuba se ha visto privada de importar nuevas tecnologías médicas y medicamentos cuyas patentes, en su gran mayoría se encuentran en manos de las farmacéuticas norteamericanas. A pesar de todo, Cuba ha logrado mantenerse  en los primeros puestos en cuanto a servicios sanitarios en el mundo.

Además, EEUU prohíbe a los ciudadanos cubanos residentes en su territorio, viajar a la isla más de dos semanas cada tres años y solo pueden hacerlo si tienen algún familiar directo residiendo en el país caribeño (hijos, abuelos, hermanos o cónyuges). Además los que logran el permiso para viajar no pueden gastar más de 50 dólares al día.

Por su parte los ciudadanos estadounidenses tienen totalmente prohibido viajar a Cuba, excepto con un permiso especial del gobierno norteamericano, arriesgándose a una pena de hasta 10 años de prisión si lo hacen.

El absurdo de esta política llega hasta tal punto que en teoría un ciudadano estadounidense, aunque se encuentre en el extranjero, no puede consumir ningún producto proveniente de Cuba, bajo multa de un millón de euros.

La lista de sanciones por parte de EEUU a empresas internacionales por comerciar o tener intereses en Cuba es interminable y están recogidas en el libro del periodista francés, Salim Lamrani, titulado “Estado de Sitio. Las sanciones de EEUU contra Cuba. Una perspectiva histórica y jurídica”. 

Nosotros mencionaremos algunos de los casos más recientes.

En 2004, EEUU sancionó a la aerolínea española Iberia con 6.833 euros por violar el embargo contra cuba al transportar cigarrillos fabricados bajo licencia cubana.

En 2006, NIKON se negó a entregar una cámara fotográfica que había ganado un joven cubano de 13 años enfermo de una hemofilia incurable y que había ganado el aparato al lograr el primer premio en el Concurso de Dibujo Infantil de las Naciones Unidas. La excusa fue simple: la cámara fotográfica contenía piezas de fabricación estadounidense.

En Junio de 2012, el banco ING recibió una multa de 619 millones de dólares por realizar transacciones con Cuba.

El 27 de Junio de 2014, la empresa Red Bull pagó al Departamento del Tesoro de EEUU, 89.775 dólares para evitar una querella civil por haber rodado un documental en Cuba sin la autorización del gobierno estadounidense.

El 10 de Julio de 2014, el banco francés, BNP Paribas, fue multado por la justicia norteamericana con 8.834 millones de dólares por violar el bloqueo contra cuba.

Con esta nueva multa, la administración del “Nobel de la Paz”, Barack Obama, se postula como la administración estadounidense que más sanciones ha aplicado contra Cuba desde el gobierno de Kennedy.

Entre los casos mencionados, y antes de ellos hay otros cientos de casos similares en los que EEUU ha sancionado fuertemente a diferentes empresas y gobiernos por violar su bloqueo unilateral e ilegal.

El Gobierno cubano estima que desde 1962, el bloqueo le ha ocasionado pérdidas por valor de más de 116.880 millones de dólares. 

Queda en videncia que la principal violación de derechos humanos que se produce en Cuba es la ejercida por los Estados Unidos de América con su privación de libertades al pueblo cubano y el chantaje ilegal sobre cualquiera que intente establecer lazos con ese país.

Una violación de derechos humanos que ha sido apoyada por la oposición cubana en Miami, integrada principalmente por la descendencia de los esbirros de la dictadura de Batista que huyeron tras el triunfo revolucionario, más preocupados por su bienestar personal y el mantenimiento de su lobby que de el verdadero bienestar del pueblo cubano.

En 2015 la Asamblea General de Naciones Unidas condenó por 24ª vez el embargo contra Cuba. De los 193 países que forman parte de la asamblea, 191 votaron en contra del bloqueo y solamente dos países votaron a favor de la continuidad del acoso contra la isla caribeña: EEUU e Israel.

Ambos países permanentemente en las portadas de los telediarios por sus constantes violaciones de Derechos Humanos a lo largo y ancho del mundo.