viernes, 6 de diciembre de 2013

Nelson Mandela: Luchador, antirracista y comunista. Que no manipulen su figura.


Ayer falleció otro de los grandes líderes del Mundo. Uno de esos líderes que entregó su vida a una causa justa en favor de los más desfavorecidos y que pasó 27 años entre rejas, acusado de ser un terrorista por muchos sectores políticos que hoy reivindican su figura con gran hipocresía.

Es el caso de Mariano Rajoy, azote de los pobres y los desvalidos, que evocaba de esta manera a Mandela a través de su twitter:



Y esta es la propaganda que difundían las juventudes de Margaret Thatcher en los 80:




Por otro lado, Mandela estuvo en la lista de terroristas de EEUU hasta 2008.



Si bien es cierto que en los primeros años de su lucha, Mandela se inclinó por la estrategia no violenta pero activa, pronto la feroz represión que el gobierno sudafricano ejercía sobre la población negra del país a la que trataba prácticamente como esclavos, le empujó a optar finalmente por la vía militar para defender sus derechos.

En 1959 el Congreso Nacional Africano, cuyo representante más conocido fue Nelson Mandela y que estaba formado por el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica, el Partido Comunista de Sudáfrica y el propio Congreso Nacional, sufre una gran escisión que toma el nombre de Congreso Pan-Africano.

Tras la masacre de Sharpeville en 1960, en la que murieron 69 activistas del Congreso Pan-Africano, esta organización opta por la lucha armada. Tras una gran conferencia entre el Congreso Pan-Africano, el Partido Comunista y el Congreso Nacional, estas tres organizaciones optan por una estrategia común y Nelson Mandela hace un llamamiento a las armas y forma el comando “Umkhonto we Sizwe”, el cual estaba dirigido por el propio Mandela. De este modo pasó a ser considerado como terrorista por la ONU.

En salidas clandestinas del país, con el fin de establecer contactos internacionales, Nelson Mandela tuvo un gran acercamiento a la Cuba socialista y estableció una verdadera relación de amistad con el Comandante Fidel Castro, que perduró por siempre.

Nelson Mandela fue ante todo un luchador, comunista y antirracista que siempre puso sus principios por delante de cualquier concesión a los opresores. En 1985, el Presidente de Sudáfrica, Pieter Willem Botha, ofreció a Mandela ser puesto en libertad condicional a cambio de que este renunciase a la lucha armada. Mandela, rechazó esta oferta con las siguientes palabras: “¿Qué libertad se me ofrece, mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos.”

Hoy, tras la desaparición física del líder sudafricano, todo el mundo se ha volcado en evocar su ejemplo y lanzar mensajes laudatorios a su persona, incluidas las derechas liberales de todos los países, que con sus políticas representan todo lo contrario a lo que siempre representó Nelson Mandela. No dejemos que en su ausencia se apropien de su figura precisamente aquellos a los que combatió y en vida.

Nelson Mandela siempre estará en los corazones de los oprimidos de todo el mundo y servirá de inspiración para las generaciones futuras.



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